Las audiencias y los medios de comunicación en contexto de pandemia
Por Julieta Saracco, graduada de la Licenciatura en Periodismo Unse
La pandemia afectó, entre muchos otros aspectos de la vida cotidiana, la relación de las personas con los medios de comunicación. Para la Defensoría del Público[1], no solo cambiaron los medios de comunicación y sus audiencias, sino que también las necesidades, expectativas y deseos, los tiempos y espacios de consumo, los contenidos y las propuestas. Desde este organismo, se viene llevando adelante las Audiencias Públicas[2], en todas las regiones del país buscando que todas las personas, organizaciones e instituciones puedan expresarse acerca del funcionamiento de los medios en el territorio. Los encuentros se dan de manera virtual y el tema central de estas Audiencias 2021, tiene su eje en el análisis del vínculo entre los medios de comunicación y las audiencias en el contexto de pandemia por Covid-19.
De estas audiencias, la Defensoría del Público, a partir de las exposiciones, elabora un informe con los temas planteados a los fines de ser incorporados a la agenda de trabajo del organismo y elevados a otros organismos competentes en caso de que sea necesario.
La voz de las audiencias
De las Audiencias del NOA, participaron representantes oradores y asistentes de las provincias de Catamarca, Jujuy, Tucumán, Salta y Santiago del Estero. Se expusieron experiencias que buscaron en primer lugar identificar las continuidades y los cambios experimentados en las prácticas y experiencias mediáticas con perspectiva en derechos humanos en contexto de pandemia. Es importante destacar que quienes participan como oradores, son interpelados como sujetos de derecho con potestad y capacidad para expresarse, participar e incidir en la política pública referida a la comunicación mediática. Entre los puntos más importantes de la última Audiencia Pública llevada a cabo con la región NOA, la falta de acceso a internet, a la radio y la TV, fue el principal reclamo presentado.
Antes de avanzar sobre esta cuestión, es conveniente aquí hacer referencia a la información sobre el consumo de medios por parte de las audiencias, que expone María Soledad Segura, en su texto “Con alerta pero sin pánico. El rol de los medios durante la pandemia” (2020). En este sentido, detalla que “si bien cada vez más gente se comunica a través de las redes sociales, el consumo de los medios llamados tradicionales sigue siendo alto en Argentina” Al respecto en la Encuesta Nacional de Consumos Culturales realizada en 2017, se publicaron datos que reflejan que más del 90% de mira la televisión y más del 70% escucha radio como práctica cotidiana.
En cuanto a estudios de impacto, tomando los resultados del informe realizado por Kantar IBOPE Media, refleja que en la primera semana de ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio), “el encendido de televisión aumentó un 31% y el tiempo frente al televisor un 30%” con un incremento en el consumo informativo. Además se observa que “subió el ingreso a los sitios web de los diarios hasta un 80% y de las radios hasta un 95%”.
Por otra parte, en cuanto al rol de la prensa y su credibilidad una encuesta realizada por Edelman, da como resultado que “la fuente de información más confiable son las principales organizaciones de noticias”. En este sentido, los principales medios de comunicación son casi dos veces más confiables que las organizaciones de salud global (OMS) o las organizaciones nacionales de salud (CDC). Los amigos y la familia y las redes sociales quedan por debajo. Los jóvenes reparten su confianza en las redes sociales (54%) y en los principales medios de comunicación (56%), mientras que las personas mayores de 55 años o más califican a los principales medios como casi tres veces más confiables que las redes sociales. Existe además en este tema puntual una clara preocupación por las noticias falsas y la información falsa sobre el virus (74%), lo que da lugar a que no dejemos de lado la problemática conocida como Infodemia.
En Argentina y en el mundo en general, la agenda mediática está mayormente abocada a lo concerniente a la pandemia, por un lado, desde la preocupación por mantener el contador de las víctimas fallecidas, las estadísticas diarias marcando el aumento o disminución de los contagios, pasando por la difusión de los métodos de prevención y las vacunas, las disposiciones, entre otros tópicos. Y por otro, un discurso también construido desde los medios de comunicación que pregona todo lo contrario, por ejemplo, especialistas que promueven un discurso antivacuna, o argumentos para ir en contra de las disposiciones sanitarias establecidas por el gobierno, además de discursos punitivitas, discriminadores y estigmatizantes.
Entre otras cuestiones, lo que trajo como consecuencia este sobre abordaje de la pandemia en los medios, además fue una evidente invisibilización de otros temas y problemáticas.
Desde la realidad del NOA, en estas audiencias públicas, se propuso poner en cuestión que es imprescindible seguir profundizando desde los organismos gubernamentales y no gubernamentales en fortalecer el desarrollo de capacitaciones que brinden perspectiva de género en particular y derechos humanos en general a las, los y les periodistas, haciendo hincapié en los medios masivos y hegemónicos, que han demostrado ser resistentes a una comunicación con perspectiva en DDHH y que siguen priorizando en su agenda el morbo, la espectacularización y las operaciones políticas guiadas por los discursos de odio.
Por otra parte referido a la problemática de vulneración de derechos de las personas en los medios de comunicación, a lo largo de la pandemia, se pudo observar lamentablemente reiteradas experiencias en las que, por ejemplo, se violó el respeto por el resguardo de la identidad de personas infectadas, las exposiciones de nombres, apellidos, domicilio y hasta lugar de trabajo, de personas infectadas ha sido recurrente.
En la actualidad, aún existen actos discriminatorios o estigmatizantes, desde los medios de comunicación hacia las personas, ya sea por razones de género, ideológicas, políticas, raciales o económicas, entre otras.
En contexto de pandemia, se pudo observar que cuando se publicaron casos que hacían referencia a la detención de personas que se encontraban circunstancialmente vulnerando algunas de las medidas de restricción horaria y/o de prevención. La cuestión de género también estuvo presente, cuando se trató de mujeres se publicó fotografías, videos e información de la identidad. Y hubo un caso en particular que hasta se difundieron videos con intensión de sexualizar.
Otro sector de la población que se vio muy vulnerado por el tratamiento mediático fue la población niña-adolescente. Ya que en las coberturas mediáticas que involucraron jóvenes, estos fueron los más estigmatizados, en los titulares fueron caracterizados, como los que “no aprenden más”. En cuanto a las niñas, los niños y les niñes el abordaje mediático estuvo centrado en responsabilizar del aumento de contagios el hecho de que los niños regresaran a sus escuelas.
En cuanto a las desigualdades tecnológicas, los medios hegemónicos, en algunos casos, romantizaron estas desigualdades y en otros, las invisibilizaron. En este sentido por un lado se subrayaron como actos heroicos que niños o adolescentes, se conectaron a sus clases desde las veredas de un vecino o caminando varios kilómetros. Y por el contrario no se profundizó la necesidad de achicar la brecha digital y de acceso a las tecnologías que aún atravesamos en todo el territorio.
Si bien desde los organismos oficiales, se realizaron numerosos esfuerzos y aun se sostienen para poder hacer llegar a la población información rigurosa, verificada y certera de manera sostenida sobre la situación referente a Covid-19, todavía persiste la otra pandemia con la que se tiene que lidiar, la denominada “infodemia”, y que tiene que ver con la propagación de la desinformación, la confusión y el miedo.
Si se piensa en los aspectos que debería garantizar el Estado, para un funcionamiento democrático del sistema de medios en tiempos de aislamiento social, es imposible no ubicar en lo urgente, el achicamiento de la brecha digital. En nuestro territorio, todavía es desigual el acceso a internet, y esto no puede dejar de mirarse en el contexto actual en el que la pandemia nos ha obligado a mover toda nuestra cotidianeidad a la virtualidad. Y no solo es una brecha causada por una escasa o desigual distribución material, sino también por las barreras en cuanto a los prestadores de servicios. Por otra parte, otro de los problemas más evidentes, tiene que ver con la viralización de las fake news, noticias e imágenes falsas junto a los discursos del odio.
Fuentes:
Segura, María Soledad. Con alerta pero sin pánico. El rol de los medios durante la pandemia. Revista de la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba 2020; 77(1): 55-58
Edición especial del Edelman Trust Barometer sobre Covid-19. EDELMAN. (2020) Confianza y Coronavirus. Disponible en: https://www.edelman.lat/estudios/edelman-trust-barometer-2020-especial-coronavirus
Sistema de Información Cultural de la Argentina (SINCA). Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2017, Buenos Aires 2019. Disponible en: https://encuestadeconsumo.sinca.gob.ar/Sitio
Defensoría del Público. Disponible en: www.defensadelpublico.gob.ar
[1] La Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual es un organismo creado por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para difundir, promover y defender los derechos de las audiencias de la radio y la televisión. Recibe y canaliza consultas, reclamos y propuestas para que el derecho a la comunicación democrática sea respetado.
[2] Las Audiencias Públicas son espacios de consulta y participación ciudadana, en donde se presentan reclamos y propuestas sobre el funcionamiento de los medios audiovisuales en nuestro país y se pretende incidir en la definición de políticas públicas sobre el sector. Esta misión del organismo está asentada en el artículo 19, inciso f) de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se realizan desde 2013, cada año con un tema específico con la misión de promover, defender y ampliar el ejercicio del derecho humano a la comunicación.