Investigación: La lucha por el empleo de las personas trans
En Santiago hay más de 400 personas trans y no más de cinco cuentan con empleo formal. Desde el colectivo buscan garantizar el funcionamiento de leyes que existen pero no se aplican. La dificultad para estudiar, el miedo a presentar un currículum y la discriminación son algunos de los principales obstáculos que se da cuenta en algunos testimonios e historias de vida. (https://mrghealth.com/)
Por Luciana Luchini, Eugenia La Mónica , Flavia Gerez Bravo, Belén Moyano y Ángel Stancampiano
En Santiago del Estero son pocas las personas trans (abreviatura de transexuales) que tienen un empleo formal, sea en el ámbito público o privado.Las representantes de este colectivo social repiten hasta el cansancio que las leyes vigentes no se cumplen en su totalidad, y avanzan en gestiones ante organismos públicos y privados para que no haya obstáculos a la hora de elegir entre los posibles empleados a contratar. Aunque son conscientes que la lafalta de capacitación también es una dificultad para poder acceder a empleos formales, en las mismas condiciones que el resto de las personas.
Tampoco resulta fácil acceder a la información sobre este tema, ya que esconde valoraciones sociales y culturales que hacen crisis con parámetros morales y religiosos.Ni siquiera hay un registro formal en la ANSES, de cuantas personas trans están registrados en la entidad como trabajadores “en blanco”.
La falta de formación, los prejuicios sociales, y la falta de acceso al empleo formal llevan a muchas de las mujeres trans a volcarse la prostitución callejera o privada (vip), con todos los riesgos que conlleva esta actividad, y que bien describen las personas consultadas en este trabajo.
Solo un puñado de personas transtienen empleos seguros, o algunos planes sociales gubernamentales, ámbito donde también hay resistencia a la hora de aplicar las directivas que indica la ley en vigencia.
Legislación argentina
La Argentina es pionera en materia legislativa en el tratamiento de la defensa de los derechos colectivos particulares y generales.
La Ley de Identidad de Género de Argentina, permite que las personas trans (travestis, transexuales, transgéneros) sean inscritas en sus documentos personales con el nombre y el género de elección, además ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado. Sancionada el 9 de mayo de 2012 es la única ley de identidad de género del mundo que, conforme las tendencias en la materia, no patologiza la condición trans.
El 1 de diciembre de 2011 la Cámara de Diputados de la Nación aprobó por 167 votos a favor, 17 en contra y 7 abstenciones el proyecto de ley de identidad de género. Finalmente y por 55 votos a favor y una abstención el Senado de la Nación Argentina aprobó la Ley de identidad de Género Argentina, una de las leyes más avanzadas del mundo en cuanto a libertades y derechos para el colectivo LGBT.
La ley fue promulgada por el decreto N° 773/2012 del Poder Ejecutivo Nacional el 24 de mayo de 2012 y lleva el número 26.743.19 La ley fue reglamentada por Decreto 1007/2012. Siendo el Registro Nacional de las Personas (Argentina) la unidad especializada de asesoramiento y asistencia en las materias de competencia de la Ley 26.743.
Luisa Paz, integrante del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), y una de las principales referentes provinciales del colectivo afirmó que si bien la legislación del país es importante, no tiene una aplicación concreta en el ámbito público y menos en el privado.Ni siquiera han podido conseguir que la Legislatura local genere una normativa de “cupo laboral trans”, aunque destacó el buen nivel de diálogo con los legisladores e incluso con los organismos provinciales abocados a la temática, entre ellos la Secretaria de Derechos Humanos, desde el Área de Diversidad Sexual.
Programa nacional
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación ha desarrollado un programa denominado “Ellas Hacen”, que tiene como slogan “Mujeres en acción por una vida mejor”, postula entre sus objetivos: “Queremos que las mujeres que atraviesan una situación de vulnerabilidad accedan a oportunidades de trabajo y formación. Por eso, implementamos Ellas Hacen, un programa destinado a que puedan cambiar sus realidades. La iniciativa “prioriza a madres de familias numerosas, con hijos con discapacidad o víctimas de violencia de género. Para que puedan crecer y ganar autonomía”.
Ellas Hacen trabaja sobre los siguientes ejes: acompaña a las mujeres para que puedan terminar sus estudios; promueve su acceso a estudios terciarios y/o universitarios; les brinda oportunidades de formación en oficios, talleres de prevención de la violencia y salud sexual y reproductiva, entre otras temáticas; y las integra en grupos asociativos autogestivos para que puedan aprender a desarrollar actividades productivas.
En este sentido, Rubí Gómez, otra referente del colectivo trans, coincidió con Luisa Paz a la hora de afirmar que no se cumple la ley vigente y que “nadie quiere contratar a una trans”, lo que consideró un acto de “discriminación vergonzosa”.
Al respecto, Paz manifestó que en Santiago del Estero no se ha incluido a los trans en el programa Ellas Hacen. Un contraste claro tuvo lugar en en Tucumán, donde en septiembre pasado se otorgaron 30 planes de este tipo al colectivo.
Este programa tiene como fin ayudar a mujeres que se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad, para que puedan acceder a oportunidades de trabajo y formación para mejorar su calidad de vida. Su ampliación a mujeres trans no sólo es un logro, sino que a su vez se traduce en la implementación de políticas públicas integrales e inclusivas, que generan igualdad de oportunidades.
Educación y capacitación
Como lo habíamos dicho en los párrafos anteriores, la falta de los estudios básicos y la capacitación profesional es otro de los obstáculos con que chocan las personas trans, además de todos los rasgos de discriminación social ya enunciados.
En este sentido, Luisa Paz acotó que en este último tiempo se encuentran trabajando mucho en este aspecto, al señalar: “Soy una de las convencidas de que la educación es el derecho básico fundamental que necesita la población trans”. Consignando que se llevó, en el año 2007, una encuesta ampliada a nivel nacional, con la cual descubrieron que “el 82% no tiene terminada la secundaria”, señalando que esta realidad “les hace ruido eso de porque no “vamos a pretender sacarlas a las compañeras del estanque en el que están, si realmente no tenemos nada para ofrecerles”.
“Creo que la educación es la herramienta básica fundamental, y necesitamos si o si que se empiece a tener en cuenta esta realidad para que las chicas trans accedan al circuito académico como corresponde, al primario, a la secundaria, y a la universitaria, porque van a tener otra visión de la vida”, manifestó.
Universidad y empleo
Durante ocho años, Luisa Paz realizó gestiones en el Inadi para incorporar trabajadoras trans y logró con éxito cuatro ingresos laborales en distintos ámbitos estatales: una en el Área de Diversidad de la Municipalidad de La Banda, otra en la misma área en la Secretaría de DDHH de la Provincia, otra en la municipalidad Frías, y una en la secretaría de Extensión de la Unse.
En 2016 se presentaron tres currículums de personas trans para este puesto destinado específicamente a una persona del colectivo. Después de su evaluación y una entrevista, fue contratada Julieta Paz, que además era estudiante de la licenciatura en Trabajo Social:
“Yo tenía la secundaria completa pero nunca había presentado un currículum en ningún lado – relata Julieta – en parte por el temor que una tiene a que una no la tomen, pero además porque es una situación de violencia, antes de la Ley de Identidad de Género, había que presentar con el nombre que decía el DNI, que era otro”.
Julieta desarrolla hoy tareas administrativas y de gestión, y además ha participado en el Indes de la realización de un relevamiento sobre la situación laboral y educativa de personas trans en toda la provincia. Han encuestado alrededor de 400 personas y actualmente se encuentran en la instancia de sistematización de esos datos, que pronto brindarán información consistente sobre el tema en nuestra provincia.
Un caso distinto
Daniela Grimaldi, una santiagueña de 33 años, es locutora de Radio Show y anima eventos de distinto tipo. Había comenzado a hacer radio en Santiago a principios de los 2000, luego se mudó a Buenos Aires, y el año pasado regresó a la provincia, donde conduce un programa radial que se llama “Falta de Respeto”.
Cuenta Daniela: “Hoy estoy trabajando como locutora de radio y animadora de eventos sociales: un cumpleaños de 15 años, desfiles, show, además tengo un programa de radio con la posibilidad de que se traslade a la televisión, y estoy analizando propuestas en este sentido”. A lo que agregó: “He trabajado en casi todos los rubros, he sido recepcionista, trabajé en una consultora, de vendedora de lentes de contacto, me las he rebuscado siempre, pero tengo aptitudes para hacer radio y me quede con esto que es lo que más me gusta y por suerte me han dado esa posibilidad”.
En su adolescencia, Grimaldi era una atenta radioescucha e imitaba los programas de radio. A los 14 años se presentó a un casting y el dueño la echó a los gritos. “Sacala, sacala, sacala ha dicho, pero al poco tiempo me llamaron de otra emisora y allí comenzó mi carrera, y comencé ganando dos mangos”, recuerda.
Daniela Grimaldi consideró que “es necesario capacitarse, leer libros de auto ayuda, y no esperar un plan del Gobierno, ya que el progreso viene de uno mismo, de la voluntad que cada una le ponga”.
Desde otro punto de vista, Luisa Paz explica que las oportunidades para personas trans “son muy pocas” y que “la ayuda del Estado es fundamental para lograr la inclusión social”.
Reportaje realizado en el marco de la cátedra de Periodismo de Investigación. Docentes a cargo: Javier Costa y Eduardo Espeche.